Las autoridades madrileñas tiene el hábito de consultar
la documentación del archivo: es el caso, por ejemplo, de las ordenanzas que se
copiaban en el “Libro del Concejo” o, las Cartas Reales que desde 1481 se
indican en el Libro Horadado. La realización de estas normas, la determinaba
los reyes, que querían la correcta y buena custodia de sus documentos más
apreciados. Además los corregidores, poseían una guía bastante detallada con el
reglamento sobre este tipo de instituciones.
Desde la fecha anteriormente citada, las llaves del Arca
se repartían entre dos regidores, que eran seleccionados por el Concejo y el
escribano. Cuando el Arca se queda insuficiente, la documentación menos
consultada y más antigua como los privilegios,
se depositan en el monasterio de Santo Domingo el Real de Madrid, que fue
construido en 1212.
Al poco de la creación del monasterio, a principios del
año de 1295, el rey Sancho IV concede un privilegio a Santo Domingo el Real de
Madrid, autorizando a las religiosas que sus ganados pastasen libremente. Este documento
está localizado en el Archivo de la Villa, y con él se puede deducir la
importancia de este monasterio en la Villa.
Gracias a un inventario del 27 de septiembre de 1481
realizado por el corregidor Rodrigo de Mercado, se sabe que existen 94
documentos, privilegios, reales cédulas y provisiones, organizadas en orden
cronológico. A dicho inventario hace referencia Timoteo Palacio en su libro (Palacio,
1875),
del que se tratará más adelante.
Ricardo Sepúlveda en uno de sus libros sobre la historia
de la villa, hacía mención al monasterio describiendo su función de archivo:”…
No queda nada de aquella grandeza histórica… ni el templo, ni el claustro, ni
el ábside, ni la cruz de la leyenda … ni el locutorio semi-académico, ni el
archivo del convento, que guardó tantos papeles.” (Sepúlveda,
1989)
Sepúlveda también nos describe en el mismo libro, que en
el convento, por mandato de la Iglesia, se quemaron todos los libros y escritos
de D. Enrique de Villena, a quien tomaban por brujo. Con lo que se entiende que
en el monasterio se depositaba gran cantidad de documentación,
En los años posteriores se hacen una serie de reformas
que protegen el contenido del Arca y a él mismo. Pero por el contrario, la
organización de los documentos deja mucho que desear, ya que sólo existían tres
inventarios y ninguno de ellos estaba completo.
Justo antes de la coronación de los Reyes Católicos, en
el Archivo de la Villa, se realiza un registro en 1474 de las actuaciones y
minutas de los escribanos del Consejo de Madrid, donde se refleja el trabajo de
este personal.
De la época de los Reyes Católicos, se conservan unos 600
documentos, gran cantidad a lo largo de 26 años de gobierno, sólo en la Villa
de Madrid. Como ejemplo de ellos, el primero: es una carta de merced de los
Reyes Católicos del 19 de abril de 1475, en la que conceden a Gonzalo Rodríguez
de Toledo, vecino de Sevilla, el oficio de correduría de caballos y mulas, como
de otras mercancías en todas las ciudades del reino.
En 1490 se elabora un nuevo inventario denominado “Relación
de las cartas e provisiones… ”. En él, se describen 81 documentos ordenados por
fecha desde 1418 a 1499, teniendo cada asiento bibliográfico: el tipo de
documento que se describe (Carta, cédula, etc.), el otorgante (el rey, los
reyes, etc.), la fecha completa y un breve resumen del contenido de ese
documento.
Works Cited
Biblioteca
Nacional de España. (2013). Biblioteca digital Hispánica. Obtenido de
http://bdh.bne.es
Cayetano Martín, M. (D.L.1992). Documentos del
Archivo de Villa: Reyes Católicos. Madrid: Archivo de Villa.
Mesonero Romanos, R. (D.L.1987). El antiguo
Madrid: paseos histórico-anecdóticos por las calles y casas de esta villa.
Madrid: Ciencia 3.
Palacio, T. (1875). Manual del empleado en el
Archivo General de Madrid. Madrid: [s.n].
Sepúlveda, R. (1989). Madrid viejo:crónica,
avisos, costumbres, leyendas y descripciones de la villa y corte en los siglos
pasados. Madrid: Asociación de Libreros de Lance.
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