Hoy comienzo a escribir sobre el Archivo de la Villa de Madrid: su evolución, organizacion y conservación. A continuación comienzo con una breve introducción sobre el patrimonio bibliográfico español. Poco a poco ire desarrollando el contenido de esta memoria, que publicaré completa en mi perfil de SlideShare. Pues aquí os dejo con esta introducción para empezar a calentar motores.
Desde tiempos remotos,
el hombre ha tenido la necesidad de plasmar su conocimiento ya fuera en piedra,
arcilla, pergamino o papel. Estos documentos formaban parte de su vida y aportan
una visión histórica de sus costumbres, derechos, educación, etc.
A lo largo de los
siglos, el hombre se dio cuenta de la importancia y el valor histórico de
conservar correctamente dichos documentos para poder usarlos como referencia,
para el estudio de la historia o como prueba de una determinada acción. Todos
ellos constituyen el patrimonio histórico bibliográfico, y en este caso, el
español.
Gracias a la idea, al
principio, rara, de salvaguardar el contenido, se ha hecho posible, que hoy
tengamos en nuestros archivos y bibliotecas una colección de documentos de una
riqueza y valor cultural incalculable.
De la época de los
visigodos, se conservan los manuscritos españoles más antiguos. Desde el
Pentateuco de Ashbunham del S.VI-VII, que se conserva en la Biblioteca Nacional
de Francia, pasando por el Brevario de Alarico del S.X, son sólo algunos de los
exponentes de los godos en nuestro país. Este último, también es conocido el
Brevario de Aniano, y es un recopilatorio del derecho romano post clásico.
Con la llegada de los
árabes, la generación de textos siguió aumentando y así por ejemplo, destaca en
el S.X, la Biblia
Hispalense, también conocida como Codex Toletanus, con texto en hebrero y
latín. Con este documento, uno se puede hacer a la idea del arte califal y
apreciar la técnica cordobesa de miniar. Actualmente está depositada en la
Biblioteca Nacional de España y se puede consultar on line, ya que está
digitalizada en la Biblioteca Digital Hispánica (Biblioteca
Nacional de España, 2013).
A medida que avanzaban
los siglos, se seguían generando más documentos, entre los que destacan y están
presentes en la Biblioteca Digital Hispánica:
El
libro de los testamentos del S.XII, con beatos, que son comentarios al
evangelio de San Juan
Las cantigas de
Alfonso X El sabio del S.XIII, así como Las 7 Partidas
El Libro del Buen Amor
del Arcipreste de Hita
Cantigas de Alfonso X El Sabio |
Son sólo una ínfima parte de los libros que se
realizaron a principios de la Edad Media y son imprescindibles en nuestro fondo
histórico. A medida que pasaban los años, los monjes, desde sus monasterios,
plasmaban el conocimiento en los manuscritos que versaban sobre religión y
derecho eminentemente.
Con la llegada de la imprenta a España, el número de
ejemplares de un documento se multiplicó, lo que hizo que se pudiera acceder
más fácilmente a la lectura y a la cultura. Gracias al nacimiento de las
Universidades y la proliferación de alumnos que acudían a ellas, la transmisión
del saber a través de los documentos se produjo con rapidez.
Libro del Buen Amor |
Ante este volumen de información, y ya con los
primeros bibliotecarios que fueron los monjes, se planteaba la necesidad de
guardar esos fondos, para o bien consultar ese “tesoro” que era un manuscrito,
o copiarlo para que no muriera pasto del tiempo y no se perdiera el saber
contenido en él.
Los Reyes, en los monasterios, en las universidades,
etc. sabían la importancia de guardar esa información y comenzaron a
conservarla. Primero como algo rutinario, sin un orden establecido y sin
control, pero poco a poco, se dieron cuenta de lo importante que era la
correcta localización de un documento determinado en un instantes preciso, y se
comenzaron a establecer una serie de normas y directrices.
A lo largo de la Península, y siempre dependiendo
del gobierno y de las situaciones concretas, se iban constituyendo Archivos que
fueron depositarios tanto del saber intelectual como de los trámites puramente
administrativos: el Archivo de Aragón en el S.XIV, el Archivo General de
Simancas, en el S.XVI, el Archivo General de las Indias, etc. Son algunos de
los Archivos más importantes a nivel estatal, que albergan en su interior, el
reinado y la administración de los Reyes, información sobre el nuevo continente
descubierto, etc.
Mucha información se ha pedido pero potra gran
cantidad de documentos han llegado a nuestros días, gracias a la labor de
personas, algunas desinteresadas, otras estudiosas y apasionadas de la cultura,
y por último, profesionales amantes del orden y el correcto uso de los
documentos disponibles.
A lo largo de la historia de Madrid, se han generado
miles de documentos que han llegado hasta nuestros días gracias a una
dependencia en la que se conservan todos ellos: el Archivo de la Villa.
Parte II
Parte II
Works Cited
Biblioteca
Nacional de España. (2013). Biblioteca digital Hispánica. Obtenido de http://bdh.bne.es
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